El calentamiento del planeta y la descarbonización de la economía han expuesto a las empresas a una serie de nuevos riesgos físicos, normativos y de mercado. Para las empresas de todo el mundo, llegar a cero emisiones netas se está convirtiendo rápidamente en un imperativo. En poco más de dos años, la proporción de empresas que cotizan en bolsa con objetivos de emisiones netas cero se ha más que duplicado.

Pero el concepto de "balance cero" se ha vuelto tan intercambiable con otros términos de la acción por el clima que es importante hacer balance de lo que significa realmente y de lo que se necesita para que las empresas cumplan las normas de "balance cero".